La gestora de activos inmobiliarios AEW, en nombre del fondo francés Actipierre Europe SCPI, ha comprado el parque comercial Alcora Plaza a Goldman Sachs Asset Management. El activo está situado en Parque Oeste (Alcorcón), junto a la A-5 y la M-50. El precio de la operación no ha trascendido.
Alcora Plaza se inauguró en noviembre de 2020 con unos 16.400 m2 divididos en 14 tiendas, incluyendo una zona de restauración. El parque se encuentra actualmente al 95% de ocupación y cuenta con un mix comercial muy diversificado, anclado con destacadas firmas como Lidl, Guaw, Milbby, TAO, Taco Bell o Popeyes, y próximamente contará con nuevos operadores como Jysk o The Fitzgerald.
Goldman Sachs Asset Management vende este activo después de adquirir la antigua tienda de IKEA en 2017 y realizar una profunda reforma al activo para transformarlo en un parque comercial con varios inquilinos. La consultora inmobiliaria Cushman & Wakefield se ha encargado de asesorar a Goldman Sachs en esta operación, como también lo hizo con la venta de la tienda de IKEA y posterior reposicionamiento. Según la consultora, “esta operación demuestra el buen momento de mercado que siguen viviendo los retail parks gracias a la resiliencia mostrada durante la pandemia, y demuestra que sigue habiendo oportunidades de reposicionamiento”.
Además de Cushman & Wakefield, Goldman Sachs también ha sido asesorado por Uría Menéndez (legal). Por su parte, el comprador ha sido asesorado por Baker McKenzie (legal), Hollis (técnico) y Savills (comercial).
La gestora de fondos AEW tiene en España 1.100 millones de euros en activos bajo gestión, entre los que se incluyen otros 6 activos comerciales ubicados en ciudades como Madrid, Cádiz, Santander, Pamplona, Valencia y Tarragona. En línea con el compromiso de AEW de mejorar las medidas de sostenibilidad de sus inversiones en inmuebles comerciales, se han previsto varias iniciativas, como la instalación de paneles solares fotovoltaicos, un sistema BMS y un sistema de recuperación de aguas pluviales. Además, AEW intentará que el activo se sume a sus credenciales ESG existentes y consiga la certificación de gestión energética ISO 50001 y la certificación Cradle2Cradle. El activo ya tiene una calificación EPC A en cuanto a emisiones de C02 y B en cuanto a consumo de energía.
