Superdry ha anunciado este lunes que va a demandar a ASOS por una suma no revelada, alegando que el retailer online ha copiado su marca japonesa, Osaka, y la ha vendido a pesar de las advertencias de dejar de comercializar la línea de ropa.
«Estamos muy orgullosos del diseño único y de la alta calidad de los productos de Superdry, que además cuentan con algunas de las mejores credenciales de sostenibilidad del sector», afirmó el cofundador de Superdry, Julian Dunkerton. Y añadió: «Para salvaguardar a los consumidores y proteger nuestra marca, siempre tomaremos medidas enérgicas contra quienes produzcan productos de imitación y falsificación, lo cual es especialmente importante a medida que nuestro plan de restablecimiento y revitalización de la marca cobra impulso. La marca Osaka es una parte importante del patrimonio de Superdry».
Proteger los diseños únicos
En los documentos judiciales presentados el mes pasado, Superdry destacó que la marca Osaka, desarrollada en 2003, tiene un tipo de letra distintivo y es una de sus líneas más exitosas.
Superdry es la propietaria del registro de la marca en el Reino Unido, que abarca una lista de productos de Osaka que incluye camisetas, sudaderas y sudaderas con capucha.
La marca Osaka de Superdry ha tenido mucho éxito y la han vestido y promocionado varios famosos. Superdry ha añadido que desde 2015 se han vendido más de 291.000 prendas de esta marca en el Reino Unido, con más de 5,7 millones de libras (6,64 millones de euros) en ventas desde ese año.
Cinco copias
Superdry afirma que desde principios de 2021, ASOS ha promocionado, puesto a la venta y vendido una serie de prendas con el nombre de Osaka. Destacó que cinco de ellas, que incluían varias camisetas y bikinis diferentes con el nombre de Osaka, se vendieron a través de ASOS, Topman y New Look.
Topman era inicialmente propiedad del grupo Arcadia, pero fue adquirido por ASOS este año. Superdry se había quejado al grupo Arcadia cuando Topman era de su propiedad, que posteriormente cumplió y retiró los artículos ofensivos.
Se entiende que se pidió a ASOS que retirara los artículos «copiados» en julio de este año, pero que se negó a hacerlo, lo que obligó a Superdry a emprender acciones legales.
¿Engaño a los consumidores?
Superdry asegura que está claro que el producto está «diseñado para reproducir el aspecto de los artículos del demandante de tal manera que induce a error al consumidor medio» haciéndole creer que el producto procede del demandante.
La acción legal se produce tras los intentos de Superdry de reforzar sus operaciones en línea y restablecer su marca, y sus dificultades durante la pandemia, que le obligó a cerrar varios puntos de venta.
