Sana Locura, cadena de bakery & coffee que apuesta por el gluten free, ha inaugurado un nuevo establecimiento en Castelldefels (Barcelona), su segunda tienda en Cataluña. Además, para las próximas semanas prepara una nueva apertura en la localidad de Gavá, también en Barcelona.
La nueva cafetería de Sana Locura en Castelldefels, situada en la calle Paseo Marítimo, 208, tiene un aforo de 26 personas, y dispone de una superficie de casi 110 metros cuadrados. Ofrece un surtido de productos para personas con enfermedad celiaca o sensibilidad al gluten. En Gavá, la nueva tienda ocupará un espacio de casi 78 metros cuadrados y tiene un aforo para 16 personas.
La cadena forma parte del Grupo Granier y dispone de hasta 21 opciones de pan –todos ellos de larga fermentación y elaborados con masa madre y harinas integrales– y creaciones de bollería dulce y salada, a los que se suman cafés y tés gourmets, batidos, smoothies y zumos saludables. «Es fruto de la apuesta de crear algo auténtico, basado en el buen hacer de nuestros maestros panaderos y pasteleros a la hora de producir productos libres de gluten sabrosos para un consumidor muy definido, como es el colectivo celiaco, aunque también atrae a muchas personas que se preocupan por su bienestar y han decidido reducir la ingesta de ingredientes como la fructosa, la lactosa y el propio gluten», señala Fermín Sanz, director gerente de Sana Locura.
Sana Locura, que actualmente cuenta con establecimientos franquiciados en Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Canarias y Andalucía, apuesta por convertirse en un punto de encuentro en el que celiacos y no celiacos encontrarán productos tradicionales e innovadores sin gluten realizados con materias primas de primera calidad y a un precio competitivo.
En España, hay aproximadamente 481.000 celiacos, de los cuales uno de cada siete no está diagnosticado. Es una enfermedad congénita, multisistémica y autoinmune inducida por la ingesta de gluten. La única opción que tienen los afectados es adoptar una dieta sin gluten para toda la vida y eso, como explica Fermín Sanz, implica una serie de retos para ellos en su vida diaria. “Para todo celiaco es clave no ingerir productos sin gluten porque afecta a algo vital, que es su salud, y su cesta de la compra supera en más de 1.000 euros al año a la de personas que no sufren la enfermedad. También puede afectar a su vida social porque una de las experiencias más complicadas para una persona celiaca puede ser salir a comer fuera de casa, participar en eventos y celebraciones, y, en numerosas ocasiones, se han acostumbrado a la idea de que nunca probarán ciertos sabores”, añade.