Mango se ha comprometido a reducir un 80 % sus emisiones directas; así como las generadas por la energía que consume (alcance 1 y 2) para 2030. También tiene como nueva meta la reducción de un 35 % de las emisiones que se producen en su cadena de suministro, de alcance 3, para el mismo año.
Estos nuevos valores marcados son acordes con los exigentes acuerdos y compromisos internacionales que Mango ha suscrito. Además, están alineados con los escenarios definidos en el Acuerdo de París de las Naciones Unidas, que buscan limitar el aumento de la temperatura entre 1,5 ºC y 2 ºC respecto a niveles preindustriales. Estos nuevos compromisos se encuentran en proceso de aprobación por parte de Science Based Targets; iniciativa para la promoción y difusión de objetivos basados en la ciencia.
Beatriz Bayo, directora de RSC de Mango, señala que “los objetivos que nos hemos marcado para reducir nuestras emisiones son ambiciosos. También reflejan nuestra firme voluntad de continuar con la transformación que estamos llevando a cabo en la compañía; para que sea una empresa cada vez más sostenible.
Net Zero para 2050
Mango ha trazado una estrategia para alcanzar dichos objetivos intermedios en su camino hacia el net zero para 2050; al que se adhirieron por ser firmantes del Fashion Pact y la United Nations Fashion Charter. La compañía tiene previsto reducir el consumo de energía, aplicar medidas de ecoeficiencia en sus tiendas, almacenes y oficinas; así como aumentar gradualmente el suministro de energía de fuentes renovables. También prevé minimizar la generación de residuos y el uso de plásticos.
En este sentido, la firma inició hace un año un proyecto para sustituir, de manera progresiva, las bolsas de plástico para transportar los productos desde origen a tienda, por bolsas de papel; convirtiéndose así en la primera gran empresa del sector textil en España en hacerlo.
Además, promueve el uso de fibras más sostenibles como, por ejemplo, el algodón orgánico, el poliéster reciclado o las fibras celulósicas de origen controlado. En marzo de 2021, Mango anunció que el 79 % de las prendas de su colección ya tenía características sostenibles y que esperaba alcanzar el 100 % en 2022.
Finalmente, tiene previsto trabajar junto a sus proveedores para influenciar de manera positiva todos los procesos de su cadena de suministro; priorizando la colaboración con aquellos que tienen objetivos de reducción de emisiones alineados con los de Mango.
Compromiso con el medio ambiente
En su lucha por la sostenibilidad, Mango se unió a finales de 2019 al Fashion Pact. Se trata de una coalición global que tiene como finalidad impulsar la sostenibilidad medioambiental de los sectores textil y moda. Este pacto global compromete a todos sus firmantes a trabajar de manera colectiva para minimizar el impacto ambiental de la industria textil y de la moda; focalizado en tres pilares: luchar contra el cambio climático, preservar la biodiversidad y proteger los océanos.
En 2020 la compañía amplió su compromiso firmando la Carta de la Industria de la Moda para la Acción Climática de Naciones Unidas.