Renfe prepara un plan inmobiliario centrado en la logística para buscar nuevas vías de negocio y entrar en la distribución de última milla o e-commerce. La compañía ha identificado así 200.000 metros cuadrados de superficies y recintos con acceso ferroviario y «un alto potencial para desarrollar actividades logísticas», explican fuentes de la compañía que, a su vez, señalan que los suelos están «ociosos» y tienen «nula o escasa utilización» para la actividad de la filial de Mantenimiento, a la que pertenecen los activos que tratan de poner en valor.
Renfe estudia dos vías para explotar los activos. Por un lado, plantea «rentabilizar los espacios ociosos» en régimen de arrendamiento, a medio o largo plazo, para que los usen terceros en la realización de actividades logísticas, y, por el otro, abre la puerta a participar en dichos negocios con socios del sector logístico que se fueran a instalar sobre estos espacios.
«Estos activos pueden suponer nuevas oportunidades para el crecimiento de Renfe Mercancías, que podría entrar en negocios en los que actualmente no está, o bien utilizarlos para ofrecer soluciones logísticas integrales», señala el operador. No en vano, los espacios están próximos a los centros de explotación ferroviaria, talleres, estaciones y vías de apartado, por lo que el tren puede acceder con facilidad.
Entre los negocios que la filial analiza destaca el comercio online, que ha crecido un 20 % desde que se decretó el primer estado de alarma y que se prevé que mueva 100 millones de paquetes solo en la campaña de Navidad, un 30 % más. «Vemos cómo esta situación de pandemia ha hecho crecer muchísimo el comercio online y queremos también utilizar nuestro potencial para entrar en estos negocios. El objetivo es dar una solución logística integral a nuevos clientes y cuidar a los que ya tenemos», explicó el consejero delegado de la filial, Joaquín del Moral.
Tres zonas estratégicas
Entre los espacios que Renfe ha identificado para desarrollar actividades logísticas destacan tres con un potencial especial por su ubicación, morfología y demanda en la zona.
- Can Tunis, muy próximo a la Zona Franca de Barcelona. Son dos naves industriales de 5.600 m2, en una parcela de 37.137 m2 que se usaba para la reparación puntual de vagones.
- Villaverde Bajo (Madrid): una parcela de 48.000 m2 con acceso viario y por ferrocarril, que se encuentra en una zona industrial consolidada y muy próxima a una zona residencial.
- Vicálvaro (Madrid): dos naves de 3.164 metros cuadrados en una parcela de 17.219 metros cuadrados, también con acceso viario y por ferrocarril, que está en una zona industrial-logística en proceso de consolidación. Para Renfe ambos terrenos tienen «interés logístico para la distribución de última milla (e-commerce)».
