En la línea de la sostenibilidad, Nike ha anunciado que apuesta por revender zapatillas usadas para reducir residuos y darles una segunda vida gracias al servicio ‘Nike Refurbished’.
El funcionamiento de este sistema es relativamente sencillo. Los usuarios tienen la opción devolver las zapatillas a lo largo de los 60 días posteriores a la compra. Una vez que el personal de tienda las acepta –si las rechaza, pero están en buenas condiciones, se donan y si están en el final de su ciclo de vida, se reciclan a través de ‘Nike Grind’–, estas son analizadas y dividas en tres categorías distintas. ‘Como nuevo’, con los modelos que no muestren desperfectos y que se hayan usado durante uno o dos días antes de ser devueltos; ‘ligeramente usados’, en el caso de mostrar huellas de un uso superior; y como ‘con fallos estéticos’, en el caso de que los modelos no muestren señales de desgaste, pero sí ligeras imperfecciones como manchas, decoloraciones o marcas.
Cuando ya están catalogadas, las zapatillas pasan a manos de los responsables del reacondicionamiento. Para volver a la tienda tras ser tratadas, se colocan en una caja que informa al consumidor de que el modelo en cuestión forma parte del programa Nike Refurbished. El precio de la nueva venta se estipula en función del modelo y del grado de acondicionamiento (como sucede con los gadgets tecnológicos). Además, para obtener más información acerca del producto aparece un código QR en la caja. Los modelos Nike Refurbished también podrán devolverse.
Por el momento, el proyecto está en fase de prueba en 15 tiendas de los Estados Unidos, pero el objetivo de la firma es expender esta iniciativa a nivel mundial.