La compañía internacional de ropa deportiva y calzado Nike está anteponiendo la salud mental de algunos de sus empleados a la productividad. Ha cerrado sus oficinas corporativas durante una semana para que los empleados puedan «disfrutar de tiempo libre adicional para descansar y recuperarse», según un comunicado.
La medida ha sido muy celebrada por los trabajadores de la empresa, que tiene su sede cerca de Beaverton (Oregón, EE. UU.).
Matt Marrazzo, un alto directivo de Nike, publicó en su página de LinkedIn: «No es solo una ‘semana de descanso’ para el equipo… Es un reconocimiento de que podemos dar prioridad a la salud mental y seguir trabajando».
Según los empleados, no solo es una oportunidad para recargar y mantenerles unidos, sino también un agradecimiento por un año impresionante de la marca.
Liz Tippett, profesora asociada de la Facultad de Derecho de la Universidad de Oregón, cuyo trabajo hace hincapié en la legislación y las prácticas laborales, afirma que es un buen gesto por parte de las empresas: «Me gusta plantear el enfoque de la salud mental como base para que la gente se tome su tiempo libre, no solo cuando están físicamente enfermos. Creo que es importante reconocer el papel que desempeña la salud mental para los trabajadores y su bienestar», aseguró.
Nike ha acertado con esta decisión. Los horarios de trabajo nos están matando, literalmente. Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), «las largas jornadas de trabajo provocaron 745.000 muertes por accidente cerebrovascular y cardiopatía isquémica en 2016, un aumento del 29 % desde el año 2000». «El importante número de accidentes cerebrovasculares y cardiopatías se produjo por trabajar «al menos 55 horas a la semana».