Menostrash se presenta como una marca que ofrece una alternativa sostenible al modelo de negocio actual de la moda. Para ello, su fundadora, Carolina Carabajal, creó un nuevo biomaterial a partir de los desechos textiles multifilamento, reduciendo la cantidad de residuos y contribuyendo a la conservación del medio ambiente.
Su origen se remonta a unos años atrás cuando su diseñadora llevó a cabo un taller en Malta llamado ‘El arte de recicla’ para niños de África, Libia y Siria. En palabras de Carabajal: «Allí pude investigar en qué condiciones llegaba la ropa usada que enviábamos de Europa a sus países. Descubrí que estas donaciones no eran un beneficio solidario, sino que se había creado un negocio de reventa que había destruido la economía local. Además, el 60 % de esas prendas eran de poliéster (plástico) que tardan más de 200 años en degradarse, contaminando los recursos locales«.
Actualmente, la marca que colabora con empresas textiles formando parte de sus stakeholders externos más estratégicos: «Les ofrecemos la posibilidad de cerrar su círculo productivo, diseñando y cocreando objetos funcionales con los desechos textiles y ropa usada, ahorrando recursos y reduciendo el impacto ambiental», puntualiza la creadora.
Para dar una segunda vida a la ropa, Menostrash procesa los desechos textiles de empresas del mundo de la moda y producen un material reciclado y reciclable que se puede utilizar para crear objetos estéticamente atractivos y funcionales: «Hemos ideado un aglutinante biodegradable que une el material sin recurrir a sustancias tóxicas. Este proceso garantiza que el objeto resultante sea reciclable, es decir, que se puede reciclar cuantas veces sea necesario. Para ello, solo hace falta eliminar el adhesivo y reanudar el proceso de moldeado».
De este modo, los objetos de la marca se sitúan en la última fase de la cadena productiva, logrando prolongar el tiempo de uso de los materiales tanto como sea posible. «Así, cerramos el ciclo de vida de los productos y minimizamos la generación de residuos, tal y como postula la economía circular. Uno de los principios que aboga por este sistema es el cradle-to-cradle, en el que los desechos no son un problema, sino un recurso», explica Carabajal.
En cuanto a los planes de expansión de la marca en España, «sí que estamos considerando ampliar nuestra presencia en el canal físico, aunque en este momento nuestro principal enfoque es generar colaboraciones con marcas con las que podamos ayudar a cerrar sus círculos productivos. Además, estamos trabajando en mejorar nuestra estrategia de marketing digital para llegar a nuevos clientes y concienciar sobre la importancia de la moda sostenible. Estamos convencidos de que la moda sostenible es el futuro y nos comprometemos a seguir trabajando en esa dirección, ayudando a las empresas a ser zero waste y ofreciendo a los clientes programas de reciclaje», señala su creadora.
La sostenibilidad en la moda
La industria de la moda se encuentra actualmente en una situación preocupante, ya que es la segunda más contaminante después de la industria petrolera. Además, se espera que el consumo de ropa aumente en un 63 % para 2030, lo que agrava aún más el problema. En España, anualmente se desechan 900.000 toneladas de ropa, y solo el 1 % se recicla para producir otras prendas.
«Afortunadamente, se está produciendo una evolución en el sector textil y de moda, con una creciente conciencia sobre la necesidad de la sostenibilidad y la aplicación de los principios de la economía circular. La pandemia ha tenido un gran impacto en la industria, pero ha demostrado la necesidad de reducir la moda rápida», explica Carabajal.
Los consumidores prefieren comprar marcas responsables con el medio ambiente, lo que indica la importancia de la sostenibilidad para ellos: «Además, es destacable que el 60 % de los consumidores sería más fiel a una marca si esta ofreciera un programa de reciclaje, lo cual es clave para el éxito de MENOStrash». Según señala la diseñadora, el incremento en la demanda es tan significativo que estamos recibiendo muchas ofertas para participar en charlas y talleres, como la Maratón de reciclaje creativo 2023 que organiza cada año Altrapo y la Casa Encendida. «Este tipo de eventos nos brinda la oportunidad de acercarnos a la gente, escuchar sugerencias y mostrar el potencial del material que utilizamos», añade.
Para lograr la sostenibilidad en la producción, consumo y gestión de residuos en el sector textil y de moda, es fundamental la implicación de todos los actores: «Los consumidores que son los que eligen, las marcas que son las que producen, las fábricas que lo realizan y, por supuesto, los gobiernos que dan el marco legal a dicho intercambio». Ya se está empezando a legislar sobre el tema. Ejemplo de ello son la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados que prohíbe la destrucción de excedentes textiles y establece la recogida selectiva de textiles como obligatoria a partir de 2025 en todos los municipios; así como la Ley de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP), que amplía la responsabilidad del productor de ropa u objetos textiles.
«El apoyo de las instituciones públicas es esencial para impulsar la innovación y el desarrollo de modelos de producción más sostenibles y competitivos. Como, por ejemplo, La Nave, entidad que nos está impulsando en este momento. Es importante seguir avanzando en la concienciación sobre la importancia de ser sostenibles en la moda y trabajar juntos para lograr un futuro más sostenible. Como se suele decir, el futuro será sostenible o no será», apunta la diseñadora.