Mango ha alquilado el antiguo local de Polo Ralph Lauren en la 5ª Avenida de Nueva York en una operación asesorada por Savills Aguirre Newman en la parte arrendadora. La situación actual y el momento de transformación del segmento, según la consultora inmobiliaria internacional, está presentando oportunidades clave en ubicaciones prime globales a marcas internacionales.
El edificio en el que se ubica el local alquilado por Mango cuenta con una superficie total de 30.000 m2 y fue construido en 1927. Es conocido en La Gran Manzana como el Edificio Coca-Cola, por haber sido sede de dicha compañía.
La superficie comercial, con cerca de 5.000 m2, ha albergado tiendas históricas en la ciudad como la Disney Store o Polo Ralph Lauren antes de que Mango haya tomado la mayoría de este espacio.
La operación se ha producido en un momento especialmente convulso para el sector retail en Nueva York, ya que la tendencia iniciada con el comercio electrónico se ha visto agravada por la pandemia, llevando a las zonas más comerciales de las principales arterias a niveles de desocupación históricos que presentan oportunidades para operadores internacionales, como el caso de la tienda de Ralph Lauren, quien ha decidido subarrendar su representativo local.
Borja Sierra, vicepresidente ejecutivo de Savills Aguirre Newman, quien ha participado en el asesoramiento a Polo Ralph Lauren en la operación, comenta que “es una gran oportunidad al tomar una de las ubicaciones más prestigiosas de Nueva York por una fracción del coste que hubiera supuesto hace solo un año. Estamos encantados de que las marcas españolas que son punteras a nivel mundial demuestren liderazgo y capacidad de crecimiento en ubicaciones en otro tiempo reservadas a marcas exclusivamente americanas”.
Según un informe de Savills sobre el efecto de la COVID-19 en el sector del retail, otra de las tendencias en oportunidades en prime es que los nuevos contratos están empezando a girar hacia un modelo híbrido de renta fija y renta variable en función de las ventas y márgenes del inquilino, parecido a modelos que ya se aplican en el sector hotelero. Esto permite que operador y propietario compartan el riesgo y a su vez lleva a los propietarios a buscar aquellos inquilinos con modelos probados de éxito frente a otros con capacidad de generar márgenes sostenidos menos contrastada.