Tribuna de Alexandre Lima, Chief Marketing & Data Officer en Oney.
La banca digital ha evolucionado mucho en los últimos años, hasta tal punto que se ha convertido en el estándar, adelantando exponencialmente a la tradicional. Una evolución que se refleja perfectamente en los grandes cambios que hemos experimentado en los métodos de pago en apenas dos décadas.
Y si viajamos al pasado, los intercambios comerciales han atravesado diferentes momentos, como el trueque o las primeras monedas, la implantación de dinero en billetes como lo entendemos hoy, hasta la llegada de los cheques y las tarjetas de crédito: a lo largo de la historia, la forma en la que pagamos se ha ido adaptando a la evolución tanto de nuestros hábitos sociales como de los comerciales. El punto álgido de estos cambios lo estamos viviendo con el auge del e-commerce y, por ello, las opciones de pago cuando compramos a través de Internet, así como cuando utilizamos nuestros smartphones para efectuar un pago en un supermercado.
Un cambio de paradigma al que desde Oney nos hemos sumado desde su gestación, aportando nuestra visión innovadora y nuestra voluntad transformadora. Comenzamos como una solución de pago para retailers, con las tarjetas de compra privativas de Alcampo, Leroy Merlin y Decathlon y hemos continuado en una senda de vanguardia proponiendo otras opciones donde hemos sido pioneros en el sector de las finanzas online como son los préstamos y soluciones de pago aplazado completamente digitales.
Nuestro sistema de pago a través de matrículas de coche, Automatric, ejemplifica a la perfección ese cambio casi radical de los métodos de pago, ya que podemos pagar sin necesidad de salir del coche ni de sacar la cartera en gasolineras o aparcamientos. Este sistema patentado lo hemos inventado en Oney España y se ha expandido por el resto de los países del grupo. El pago se realiza mediante lectura de la plaza de inmatriculación del coche. Es, en definitiva, el tipo de pago que representa el futuro, un futuro en el que el momento de efectuar un pago va a ser cada vez más cómodo y fluido.
Ese paso al contactless refleja una de las grandes tendencias que estamos viendo con los diferentes métodos de pago en los últimos años: la digitalización de los servicios financieros. El cambio ya venía gestándose desde hace tiempo, pero con la pandemia se ha acelerado gracias ese apogeo del e-commerce. La comodidad y seguridad de los métodos de pago sin contacto han generado un incremento muy fuerte en ese tipo de gestiones, sobre todo del pago con el móvil.
Más del 23 % de los pagos en tiendas ya se realizan desde el teléfono; una cifra que no para de subir desde 2020 y que seguirá incrementándose en los próximos años. Tan fuerte es la tendencia que a largo plazo ya podemos anticipar la desaparición de las tarjetas de plástico por completo y el uso el dinero efectivo será cada vez más residual.
Ese posible cambio radical de cómo financiamos nuestro día a día también tiene como culpable la otra gran tendencia con los métodos de pago: la diversificación y omnicanalidad. Ya no solo tenemos la opción de pagar con efectivo o tarjeta, sino que tenemos más opciones para pagar de la manera que más nos convenga. En e-commerce vemos una lista cada vez más larga de soluciones de pago donde el cliente puede elegir, desde nuestra tarjeta a Paypal, pasando por una solución de pago aplazado, los sistemas de pago Google o Apple Pay o directamente mandar un Bizum.
El pago en un click, sea con el método que sea, es el que más tracción está generando con los clientes, porque proporciona una gran comodidad. La facilidad y fluidez para pagar en e-commerce con todas las soluciones ha generado, además, un incremento en las ventas de estos retailers, ya que el cliente puede hacer la compra en menos tiempo y de forma más simple y segura. La entrada de la opción del pago aplazado, como nuestro servicio 3x 4x Oney, también ha potenciado a esta subida del e-commerce, ya que asegura el pago por plazos rápido y seguro a los clientes.
Aunque este incremento se puede ver sobre todo en el comercio online, tampoco nos podemos olvidar de la facilidad que proporciona los pagos contactless, especialmente en el móvil, para los retailers físicos. Pero los demás servicios de pago desmaterializados están cada vez más presentes en el comercio físico. Se puede por ejemplo pagar a plazos con 3x 4x Oney en tienda física de la misma manera que se puede hacer en e-commerce.
Estamos, sin lugar a duda, en un momento en el que no hay vuelta atrás en el sistema de pagos: el efectivo tiene cada vez menos presencia en los bolsillos de los españoles y compañías como la nuestra tenemos por delante la tarea de seguir facilitando a los ciudadanos métodos de pago cada vez más avanzados, seguros y usables para facilitar y agilizar la experiencia de pago.