Lidl continúa avanzando para afianzarse como referente en sostenibilidad e innovación dentro y fuera de su sector, esta vez implementando en todas sus tiendas de España la cartelería digital, que sustituirá a todos sus paneles de precio y descripción de producto convencionales. Esta medida supondrá la implantación, de media, de unos 3.500 carteles digitales en cada punto de venta, y un ahorro de más de 2.900 toneladas anuales de papel, lo que equivale a más de 49.000 árboles.
Se trata de un etiquetado electrónico o ESL (Electronic Shelf Labels) que está conectado de forma inalámbrica a un sistema centralizado y que permite la transmisión rápida de datos como la descripción del producto y su precio. De este modo las etiquetas electrónicas muestran la información necesaria en una pantalla digital y en tiempo real.
Tras el éxito de la prueba piloto realizada recientemente en sus tiendas de Zaragoza, la cadena ha decidido desplegarla de forma progresiva en las más de 650 tiendas que tiene en España, durante este año y el próximo.
Una medida innovadora y sostenible
En total, la empresa invertirá más de 50 millones de euros para el despliegue de la nueva cartelería digital en todas sus tiendas. Una iniciativa más que corrobora el compromiso de la compañía para ser cada vez más sostenible y reducir su impacto sobre el medio ambiente.
Michaela Reischl, directora de RSC de Lidl España, asegura que «como empresa nos encontramos ante una constante búsqueda de procesos y soluciones que nos permitan reforzar nuestro compromiso con la conservación de los recursos y que a su vez supongan una mejora tanto en la experiencia de compra de nuestros clientes como en la gestión del equipo de tienda».
Y es que, además de sus ventajas medioambientales, esta iniciativa mejora la experiencia de compra y la comunicación con el cliente en el punto de venta, ya que, entre otros, garantiza la uniformidad visual y la nitidez de la información vinculada al precio y a la descripción de los productos. Con ello también se evitan las dificultades de lectura que pueda generar el papel por una mala calidad de impresión o una incorrecta ubicación del cartel.
Asimismo, esta tecnología también simplifica uno de los procesos más recurrentes en una tienda, gracias a la automatización centralizada del cambio de descripción y precio de los productos. De este modo, el equipo de tienda puede dedicar más tiempo a otras tareas de mayor valor añadido como la atención al cliente.
Apuesta por alternativas más digitales y respetuosas
Con el objetivo de ofrecer siempre al cliente una experiencia de compra atractiva y sostenible, la cadena apuesta cada vez más por la digitalización de sus procesos, impulsando a su vez su estrategia omnicanal. Un ejemplo es su app, lanzada al mercado en 2018. Se trata del primer programa de fidelización 100 % digital del sector que a día de hoy ya cuenta con más de cinco millones de usuarios.
Entre las prestaciones que integra esta, destaca el servicio exclusivo Lidl Pay –un sistema de pago móvil –, así como la posibilidad de ahorrar papel, gracias a que permite contar solo con el recibo de compra digital, renunciando por tanto a imprimirlo por defecto. En paralelo, la empresa implementó en 2021 una medida adicional para reducir el papel en sus tickets de compra físico al disminuir unos 9 centímetros la longitud de los mismos, logrando ahorrar más de 63.000 kilos de papel cada año.
La app también permite consultar el folleto digital, y desde la semana pasada el cliente puede recibirlo también desde su WhatsApp. El consumidor puede contactar a través de esta aplicación al número 682 290 839 y, con un simple «hola» e indicando su código postal, recibirá semanalmente el folleto digital. De esta forma la compañía continúa adelante en su estrategia por conectar cada vez más con sus clientes en el entorno digital.