Lidl demanda a una organización activista por difamación sobre seguridad alimentaria

Lidl ha interpuesto una demanda judicial contra la organización activista OBA (Observatorio del Bienestar Animal) tras considerarse objeto de «reiteradas acusaciones difamatorias».

OBA ha centrado su última campaña en denunciar lo que considera un presunto maltrato sistemático hacia los pollos que Lidl vende en sus establecimientos. En diversos vídeos y publicaciones, el colectivo apunta directamente a la cadena como una de las responsables de comercializar carne de animales criados en condiciones que consideran inaceptables.

Las imágenes, acompañadas de testimonios y datos, dibujan un escenario de sufrimiento animal en granjas proveedoras que, según OBA, abastecen a Lidl en España y otros países europeos.

La organización ha articulado su denuncia en el marco de la iniciativa Compromiso Europeo del Pollo (ECC, por sus siglas en inglés), una serie de estándares promovidos por entidades defensoras de los derechos de los animales que instan a las empresas a mejorar el bienestar de las aves de corral. Lidl, sostienen desde OBA, sigue sin adherirse a esta iniciativa pese a las presiones de consumidores y organizaciones sociales.

La cadena alemana considera que estas campañas «no solo carecen de base científica, sino que también afectan directamente al honor y la reputación de la compañía». Y añaden que las afirmaciones «falsas» o «bulos», han generado una percepción errónea sobre la seguridad alimentaria en el sector, induciendo a los consumidores a una sensación de inseguridad que no se corresponde con la realidad de un sector altamente regulado.

Lidl se defiende argumentando que la compañía «ha mantenido un firme compromiso con la seguridad alimentaria, exigiendo los más altos estándares a todos sus proveedores para asegurar que los productos conservan las mejores condiciones desde el fabricante hasta el cliente final». Y añaden que para ello, la compañía realiza exhaustivos controles a lo largo de toda la cadena de suministro a través de organismos independientes y acreditados. En esta línea, explican, sus productos y su modelo de producción sostenible están «avalados por homologaciones de calidad reconocidas a nivel internacional, como el sistema de gestión de la calidad ISO 9001:2015 y las certificaciones IFS Food (International Featured Standards Food) y BRC (British Retail Consortium), que son exigidas a sus proveedores».

Para Lidl, OBA ha utilizado esta estrategia de alarma social buscando ejercer presión para que la compañía se adhiera al European Chicken Commitment (ECC). Aunque la compañía comparte los objetivos del ECC, prefiere alcanzarlos a través de sus propios mecanismos de control y mejora continua, considerando toda la cadena de valor.

En este sentido, Lidl subraya que la demanda interpuesta no persigue un objetivo económico, sino la «defensa de su honor y la lucha contra la desinformación». Por ello, en caso de que la justicia dictamine el pago de una indemnización, la compañía afirma que destinará íntegramente dichos fondos a iniciativas que promuevan proyectos sociales.

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