Las cinco tiendas de marcas del grupo Inditex franquiciadas en Venezuela echan el cierre. El proyecto, dirigido por el empresario Camilo Ibrahim Issa y que contaba con dos Zara, dos Bershka y un Pull&Bear llega a su fin tras años languideciendo. Los trabajadores de la franquicia no serían despedidos, ya que seguirían trabajando para el grupo Phoenix World Trade, que rompe, por decisión propia, su vínculo con Inditex en Venezuela, aunque continúa siendo franquiciado en otros países.
Las tiendas, situadas en Caracas, vendían desde hace tres años piezas de viejas colecciones y de rebajas, según informan los medios venezolanos.
El gigante español aterrizó en el 1998 en el país con tiendas propias, pero el modelo fue variando. Se alió con la empresa venezolana Phoenix World Trade, cuyo máximo directivo, Issa, luego transformó en franquicias. Pero la evolución económica del país y una limitación en la fijación de los precios por parte del Gobierno venezolano convirtieron la aventura en ruinosa.
Las tiendas cambian de nombre
Las tiendas de Inditex, que llegaron a contarse por dos decenas en su punto álgido, fueron cerrando y el socio local incluso las sustituía por una marca propia, Balú, que se nutría de prendas de H&M y de origen chino.
Ahora, con el cierre de tiendas, Issa, ligado también a la aerolínea venezolana Plus Ultra, mantendrá los locales bajo otras marcas, sustituyendo Zara por Lola, Pull&Bear por Push&Co y Bershka por Anakena, según informan algunos medios venezolanos.
Según algunas fuentes, el cierre de las tiendas por parte del empresario venezolano-libanés podría haber tenido relación con el escándalo de Plus Ultra.
