La emblemática e histórica pastelería situada en la Puerta del Sol de Madrid, La Mallorquina, anunció un plan de expansión por la capital justo cuando cumplía 125 años, en 2019. Inauguraba entonces un establecimiento en la zona de El Rastro, –exactamente en la calle Mira el Río Baja, 21–, y otro en el barrio de Salamanca, concretamente en la calle Hermosilla, 30 esquina con Velázquez.
Dos años después la empresa ya prepara la apertura de dos nuevos locales. El primero abrirá en la glorieta de Quevedo, en el madrileño barrio de Chamberí. Mientras que para el segundo la empresa ha escogido el centro comercial Moraleja Green, situado en el municipio de Alcobendas (Madrid).
Historia de La Mallorquina
En la actualidad, La Mallorquina afronta el siglo XXI de la mano de la tercera generación de las familias Quiroga y Gallo, conservando la esencia de los inicios, sin renunciar a los nuevos tiempos. Los productos y servicios son conocidos y recomendados en cientos de guías internacionales. Su labor al frente de esta casa centenaria ha sido reconocida en varias ocasiones por la Cámara de Comercio, por el Ayuntamiento de Madrid con una placa agradeciendo los más de cien años que lleva esta casa endulzando a quien visita la capital, o con la Medalla del 2 de mayo de la Comunidad de Madrid, entre otros reconocimientos.
Más de 25 expertos reposteros forman su equipo de maestros pasteleros, algunos desde hace 40 años. Según la compañía, en el obrador reciben a diario las mejores materias primas de España, todo productos 100 % frescos. No trabajan con precocinados, ni congelados, su entrada está prohibida en La Mallorquina. De hecho, ni siquiera tienen congelador, pues es contrario a su filosofía repostera.