Grupo Lar cierra el año 2021 con 180 millones de ingresos consolidados frente a los 83 del año anterior, impactado por la pandemia, y los 124 millones ingresados en el ejercicio 2019. En concreto, España ha aumentado en este 2021 un 22 % sus ingresos, siendo México y Polonia los países que registran mayores aumentos. La estrategia del grupo está basada en la diversificación de riesgo, el desarrollo de ventajas competitivas mediante alianzas estratégicas y la innovación tecnológica.
El grupo gestiona 14.462 viviendas en promoción para venta o alquiler a cierre de 2021. Cuenta con una plantilla de más de 250 empleados en los 6 países donde opera: España, Polonia, Brasil, México, Perú y Colombia.
La cartera total gestionada por el grupo es de 3.669 millones de euros: 1.532 millones de euros en terciario (logística y retail) y 2.137 millones de euros en residencial. La Superficie Edificable en residencial alcanza los 803.905 m2, siendo en terciario la Superficie Bruta Alquilable de 646.366 m2. España supone en 2021 un 55,38 % de la cartera gestionada e internacional un 44,62 %.
«En 2021 hemos implantado numerosas iniciativas enfocadas a potenciar las sinergias, fomentar la innovación con el lanzamiento de LarTech y a incrementar la flexibilidad. Hemos profundizado en la definición de la visión de futuro del Grupo y hemos lanzado Vivia como nuestra gestora de vivienda en alquiler», explica Miguel Pereda, presidente de Grupo Lar. «El 2022 será un año de consolidación en algunos segmentos y de crecimiento en otros, apoyándonos siempre en nuestro equipo y experiencia. Si bien es cierto que la volatilidad aún es alta, se dan las condiciones para una relevante recuperación en la economía con implicaciones significativas para nuestro sector, sobre todo en España», concluye.
Objetivos del grupo para los próximos cuatro años
El objetivo es alcanzar una cartera 20.000 unidades de viviendas para la venta y 10.000 viviendas en alquiler, incrementar su actividad como promotor logístico, mantener el liderazgo en gestión de centros comerciales y consolidar su entrada en algunos de los segmentos «alternativos», combinado con un incremento sustancial de los fondos bajo gestión.
Para ello ha establecido tres líneas estratégicas: Intensificar la separación entre los negocios de inversión y de gestión de activos, incrementar la diversificación como prestadores de servicios inmobiliarios, potenciando el tamaño del portfolio y equity gestionado, e impulsar la transversalidad de las áreas de innovación, ESG, análisis de entorno y la gestión de capital de terceros.
Además, continuará con su apuesta en mercados exteriores estables, en los que llevan operando muchos años y que han demostrado una alta capacidad de crecimiento sobre todo en el sector de la vivienda.