GranCasa presenta la reforma de su fachada convertido en un edificio de alto rendimiento energético que impulsa la sostenibilidad ambiental y la integración en su área urbana.
Tras una inversión de 5 millones de euros en la fachada y su entorno, el centro comercial consigue situarse a la vanguardia de este tipo de edificios, renaturalizando sus espacios, donde la vida que le rodea vive en armonía con su estructura e iluminación.
Desde el primer esbozo de su reforma, el centro comercial proyectó convertirse con esta transformación en un edificio del futuro, un edificio que redujese a la mitad sus emisiones de CO2 y alcanzase la mejor calificación energética, al tiempo que mantuviese una relación con su entorno de proximidad. Hoy, la finalización de esta reforma, convierte ese proyecto en realidad situándolo en una vanguardia en la que se combinan desarrollo y sostenibilidad.
Uno de los pilares de esta reforma son los nuevos pórticos de acceso al centro comercial que cuentan una narrativa propia a través de 1.500 puntos de color, y que forman un sistema de iluminación moderno, dinámico que mezcla colores, cambia su intensidad y recrea animaciones. Un nuevo sistema que combina inteligencia y sostenibilidad ya que, a pesar de su complejidad, el consumo por metro cuadrado de estos pórticos es similar al de una bombilla doméstica. Una muestra más de la apuesta de GranCasa por el cuidado del medioambiente y la concienciación de un consumo de energía sostenible, y es que el 100% de la energía eléctrica que se consume es de origen renovable.
«GranCasa se convierte en un edificio de la más alta eficiencia que impulsa la sostenibilidad ambiental y socialmente integrado en su área urbana. GranCasa es un organismo vivo dentro de Zaragoza, que respira el aire de nuestro barrio, utiliza energía verde y optimiza sus residuos. Somos un espacio más de la ciudad», apunta Carlos Galguera, senior Asset Manager de Sonae Sierra para España.
El centro hace uso así de las últimas innovaciones tecnológicas y se convierte en una parte más de su entorno.
«Zaragoza está cambiando y GranCasa es parte de ese cambio. Día a día nos transformarnos para formar parte de nuestro entorno, para convivir con nuestra ciudad. Ahora, esa idea se refuerza con este hito que mira hacia el futuro. Nos convertimos en un edificio que ha dado un salto de 10 años. Un salto al desarrollo y al futuro, pero siempre de la mano de nuestro entorno más cercano, de nuestro barrio y de nuestra ciudad, Zaragoza», ha declarado Susana Betrán, directora de GranCasa.
Para llevar a cabo esta reforma, que ha afectado a 14.000 m2, se ha contado con contratistas locales y se ha hecho uso de materiales de la zona, entre los que destaca la utilización de 40.600 baldosas de arcilla que, junto a una capa de 20 cm de espesor, han conseguido crear un aislante térmico que protege al edificio de la temperatura exterior.
Por otro lado, y en su continua apuesta por una economía circular y sostenible, cabe destacar que el 97 % de los residuos generados en la obra se han reutilizado para convertirse en otros materiales de construcción. En su día a día, este recicla el 70 % de los residuos que genera, separándolos en 8 fracciones diferentes. Este porcentaje alcanza el 97 % en lo que se refiere a plásticos, cartón y envases. El objetivo del centro es llegar al 74 % en 2023.
