El Consejo de Ministros, en su sesión extraordinaria del domingo, ha aprobado a través de un Real Decreto la declaración del estado de alarma inicial de 15 días, extensible a 6 meses cuando el Gobierno realice la solicitud al Parlamento el próximo martes, para responder ante la situación de especial riesgo causada por el virus COVID-19.
“Es el plazo que consideramos hoy por hoy necesario; los expertos estiman que es el tiempo necesario no sólo para empezar a supera esta segunda ola, sino también la etapa más dañina de la pandemia”, ha explicado Sánchez. Ahora bien, el presidente del Gobierno ha confiado en la posibilidad de levantar antes el estado de alarma si la evolución de la pandemia lo permite: “Este plazo no es inamovible”, ha insistido.
El anuncio de Sánchez, que se produce tras semanas de escalada de la pandemia en todo el país, va acompañado de dos medidas que limitan la movilidad de forma general en toda España: por un lado, con un toque de queda de 23.00 a 6.00 horas en todo el país y, por otro, abre la puerta a que cada comunidad autónoma restrinja la entrada y salida de sus territorios. Canarias queda excluída del toque de queda.
Con este marco general, las comunidades podrán endurecer incluso las medidas o hacerlas más laxas, fijando el inicio del toque de queda a las 22.00 o a medianoche y su levantamiento entre las 5.00 y las 7.00. Por ahora, el Gobierno descarta volver a confinar a la población en sus domicilios durante todo el día.
El anuncio de Sánchez de volver a activar el artículo 116 de la Constitución se produce después de un consejo de ministros extraordinario. La medida entrará en vigor esta misma tarde y el Gobierno pretende que el Parlamento apruebe su prórroga hasta mayo esta próxima semana.
“Es la herramienta constitucional para situaciones extremas, y la situación que vivimos lo es”, argumentó Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, que recordó que Francia, Bélgica o Italia ya han implantado medidas similares.
“La medida va a ser dura pero con disciplina social, con resistencia y moral de victoria lo vamos a volver a lograr”, insistió Sánchez. “Este nuevo estado de alarma tiene unas características específicas, adaptadas a la segunda ola de la pandemia”, apuntó el presidente.
Las restricciones, especialmente las amparadas en el toque de queda nocturno, supondrán inevitables mermas a la actividad económica, especialmente en las actividades de servicios como la hostelería, el ocio y el transporte urbano.
La Federación Nacional de Empresas de Ocio y Espectáculos, España de Noche, reclamó este mismo domingo una reunión urgente con los distintos ministerios económicos del Gobierno para abordar un plan de rescate “que permita congelar la actividad del ocio y los espectáculos, a nivel de ERTE, ICO y alquileres” y proteger a sus 25.000 empresas y 200.000 trabajadores. Según la organización, la alarma puede suponer “una debacle sin precedentes”.