Este año ha estado fuertemente marcado por la pandemia. Por todo lo vivido en este tiempo, Ikea lanza esta Navidad una campaña muy especial, que ha calificado internamente como “terapéutica”, para que todos sus empleados y empleadas puedan decirle “adiós” a este 2020.
Así, la enseña sueca ha querido transmitir positivismo a su plantilla, recordándoles que han llegado juntos hasta el final y animándolos a despedirse de este año con mensajes de superación que dejen atrás lo negativo. Hasta 700 empleados y empleadas han querido ser partícipes de la acción. A estos mensajes les ha puesto melodía el cantautor David Otero, quien ha compuesto un tema en exclusiva para la plantilla de Ikea con una letra en las que todos y todas pueden verse reflejados. Como si de una “terapia grupal” se tratara, Ikea ha querido hacer reír, bailar y cantar a sus trabajadores al son de una canción nacida gracias a ellos.
La creación de la canción se ha visto acompañada además por un videoclip, en el que han participado algunos de sus “autores” y que ha sido rodado en su tienda Ikea Alcorcón. Del mismo modo, este vídeo incluye un ejercicio de baile en grupo para fomentar la apertura y el positivismo.
La campaña llega a su punto álgido hoy mismo, con la presentación de la canción a nivel interno en un concierto exclusivo ofrecido en streaming por David Otero para todos los empleados de la firma. Por último, como recuerdo de la campaña, Ikea ha creado felpudos con el lema “Pisa fuerte y deja lo malo atrás. Ciao 2020”, para que decenas de trabajadores que han participado en la campaña “pisen” y olviden todo aquello que no quieran llevarse al nuevo año.
“Este último año la capacidad de adaptación del equipo Ikea ha sido increíble y, a través de esta campaña, queremos reconocer su esfuerzo y decirle adiós a este año con optimismo a través de la música y el baile”, destaca Enrique Puig, director de Recursos Humanos de IKEA en España.
En estos meses pasados Ikea se esforzó por mantener las mejores condiciones para sus empleados, potenciar sus conocimientos y respaldarles también desde un punto de vista emocional, por ejemplo, a través de su servicio interno de asistencia social LYKTA dentro del cual todas aquellas personas que lo necesitaran podían y pueden llamar para ser asistidos por el personal de Trabajo Social en los distintos centros, así como de un servicio extra de psicología online que motivó el confinamiento y que tras esa experiencia, se va a mantener indefinidamente. “Estuvimos físicamente separados pero emocionalmente más juntos que nunca”, reconoce Puig.
Todavía hoy lo siguen haciendo: “En un contexto de cambio permanente, desde Ikea estamos poniendo el foco en la empleabilidad de los trabajadores, invirtiendo recursos en formaciones en este período de transformación, con foco en la atención al cliente y la omnicanalidad. Solo este año 2020 hemos invertido más de 2 millones de euros en formaciones”, reconoce Puig.