La consolidación de la apuesta por parte de los mercados por los activos sostenibles, un posible enfriamiento regulatorio en materia ESG con el nuevo ciclo político que se abrirá en Europa y Estados Unidos, el uso responsable de la inteligencia artificial, la integración de la sostenibilidad en los organigramas corporativos y la importancia de impulsar las medidas de adaptación frente al cambio climático serán elementos clave en materia de sostenibilidad en 2024.
Así lo confirma Forética en su informe ‘Tendencias ESG 2024. Claves para la agenda empresarial de sostenibilidad’. El documento recoge los aspectos clave que centrarán la acción de las compañías este año en materia ambiental, social y de transparencia y buen gobierno (ESG).
Consolidación de la apuesta por parte de los mercados por los activos sostenibles
A cierre del tercer trimestre de 2023, la emisión de instrumentos de deuda con atributos ESG ya había recuperado el terreno perdido en 2022 con un repunte del 22 %. La industria de gestión de activos ha seguido lanzando nuevos productos sostenibles, a un ritmo de 44 nuevos fondos al mes.
La sostenibilidad, desde el punto de vista de los mercados, ha superado con éxito su primera gran crisis. Los mercados siguen apostando por los activos sostenibles. Sin embargo, existen focos de preocupación. Los mercados emergentes, allí donde es más necesaria la inversión en la transición, se han desconectado de la correlación virtuosa de ESG. A nivel de acción climática, el comportamiento implícito de los índices muestra una foto positiva, pero con un menor grado de certidumbre.
Un posible enfriamiento regulatorio en materia ESG con el nuevo ciclo político que se abrirá en Europa y Estados Unidos
En 2024 tendremos que prestar atención a las elecciones al Parlamento Europeo en junio y la estrategia de la nueva Comisión. También a las elecciones presidenciales en EE. UU. y sus consecuencias para la agenda de la sostenibilidad y la cooperación internacional.
En este nuevo ciclo político se producirá un enfriamiento regulatorio. Este cambio, sin embargo, puede ser beneficioso si los reguladores aprovechan la ocasión para realizar ajustes que generen más impacto al tiempo que reducen la carga de cumplimiento normativo. Una aproximación a la sostenibilidad basada en fortalecer la competitividad puede tener un impacto más profundo y duradero en el largo plazo.
El uso responsable de la inteligencia artificial
La inteligencia artificial tiene un universo infinito de aplicaciones que pueden mejorar y acelerar los impactos positivos de las políticas de sostenibilidad.
La adopción generalizada de la inteligencia artificial será la protagonista de la próxima revolución en términos de productividad de la humanidad. La IA, sin embargo, puede ser tan beneficiosa como lo sea la intencionalidad y el tipo de uso de la misma. El gran potencial disruptivo a nivel social, el impacto ambiental y su impacto en las libertades de los individuos harán del uso responsable de la IA el principal protagonista de la agenda de sostenibilidad durante los próximos años.
Por ello, habrá que seguir de cerca la evolución de la regulación en torno a la IA así como la aparición de modelos de inteligencia artificial degenerativa, que se aleje de estándares morales y regulatorios, que persiga fines delictivos o que busque el daño a terceros. En este sentido será determinante el grado de adopción e integración de la IA en los entornos de trabajo, observando sus primeros efectos.
La integración de la sostenibilidad en los organigramas corporativos
El carácter híper especializado de los aspectos ESG ha generado nuevos perfiles profesionales y, al mismo tiempo, ha generado nuevas exigencias para las funciones tradicionales. La integración de los aspectos ESG en la selección, formación, evaluación y establecimiento de incentivos al desempeño de profesionales, serán clave para el desempeño en materia de sostenibilidad. 2024 será un año para poner en valor la integración de la sostenibilidad a lo largo y ancho del organigrama y mitigar progresivamente los gaps entre oferta y demanda de talento.
La adaptación frente al cambio climático
La adaptación tiene un claro business case, al permitir ajustar y adaptar los sistemas, infraestructuras y servicios, mitigando los daños y explotando las oportunidades que presentan, tanto a nivel nacional como por parte del sector privado.
Es importante comenzar ya a desarrollar estrategias de adaptación frente al cambio climático y aumentar los esfuerzos para movilizar la financiación necesaria. En este sentido, las acciones de conservación y restauración de la naturaleza y la actuación en los sectores clave se presentan como grandes oportunidades.
