Byan, marca de moda madrileña dirigida por Andrea Moragues, abre su primera tienda insignia en Madrid. Ubicada en la calle Claudio Coello, 97, en el barrio de Salamanca, cuenta con una superficie de 70 metros cuadrados. La flagship está diseñada para ofrecer una experiencia de compra más íntima y personalizada, donde cada detalle ha sido cuidadosamente pensado para reflejar la calidad y exclusividad de sus piezas.
La apertura de esta tienda representa un hito importante en la trayectoria de la marca. «Nos permite conectar directamente con nuestras clientas y presentarles nuestro universo de manera tangible. Es una oportunidad para compartir la historia que hay detrás de cada una de nuestras prendas y dar a conocer nuestra propuesta de moda atemporal y hecha en España», apunta Moragues.
En lo que respecta a la futura expansión, en este momento Byan pone el foco en convertir esta primera tienda en un punto de referencia que sus clientas sientan como propio. «Somos bastante exigentes con el lugar donde colocamos nuestro producto, y valoramos profundamente la ubicación y el entorno en el que estamos, ya que esto refleja la esencia de BYAN. En el futuro, esperamos poder contar con más puntos de venta, tanto en España como en otros países, siempre manteniendo la exclusividad y calidad que nos define», explica Andrea Moragues.
En cuanto a la ubicación de la flagship, el Barrio de Salamanca fue seleccionado como ubicación estratégica para la primera tienda de la marca por su combinación ideal de elegancia, prestigio y tranquilidad. «Buscamos un ambiente que ofreciera una atmósfera exclusiva, donde nuestras clientas pudieran disfrutar de la experiencia de compra sin las prisas del centro de la ciudad», explica la fundadora.
Diseño y armonía
La decoración del nuevo espacio destaca por su elegancia atemporal, con una paleta de colores en blanco y negro que evoca sofisticación. En palabras de Moragues: «El blanco y el negro fueron seleccionados para representar la dualidad entre la simplicidad y la sofisticación. Queríamos crear un ambiente que no compitiera con la riqueza de nuestras telas y colores, sino que las realzara, dejando que las prendas hablen por sí solas».
Un elemento especial en la tienda es una escultura dorada ubicada tanto en la pieza central como en el escaparate. «Este detalle dorado resalta la exclusividad de cada pieza, transformándolas en joyas que se atesoran y valoran. De hecho, en el propio desfile de presentación de la nueva colección «Heritage» ya se integraron elementos dorados como homenaje a la idea de que las prendas de BYAN se convierten en tesoros a lo largo del tiempo», añade Moragues.
El diseño del espacio ha sido pensado a nivel interno en la compañía. Este enfoque ha permitido crear un espacio que respira la esencia de la marca y en perfecta armonía con el entorno del barrio. «Como arquitecta de interiores, siempre he tenido un gran interés por el mundo del interiorismo. Me apasiona encargarme de este tipo de proyectos dentro de Byan», concluye su creadora.