El ‘retail intelligence‘ será clave para la reconstrucción del tejido comercial tras la pandemia.
El sector del comercio es uno de los más afectados por la pandemia de la COVID-19. Al menos uno de cada cuatro comercios españoles no ha vuelto a abrir sus puertas tras la primera ola, y se prevé que este dato pueda ascender a primeros de año.
En este contexto, por un lado, la digitalización se ha convertido en el bote salvavidas de muchos negocios que han apostado por el canal on line para mejorar sus procesos internos, su comunicación y, sobre todo, para poder llegar a un consumidor que ha dejado de ser físico para pasar a ser omnipresente gracias a internet.
Por otro lado, en este periodo también ha proliferado la llegada de marcas internacionales y nacionales, que han apostado por instalarse en ubicaciones de primera línea aprovechando las oportunidades que ofrece el real estate, hecho que constata que no estamos ante la crónica anunciada del comercio, sino todo lo contrario.
Estamos en un momento en el que la realidad cambiante, la imparable tecnología, la competencia global, la no permanencia en los hábitos de los consumidores, etc., obliga al comercio a profesionalizarse, a tomar decisiones en base a información a tiempo real, y a su análisis desde diferentes prismas, económico y operativo. Si queremos evitar la desertización que acusan ciudades americanas y preservar los centros comerciales urbanos, necesitamos apostar por herramientas (retail intelligence) que nos ayuden a alcanzar estos objetivos en nuestro territorio.
Según Comertia, la asociación que aglutina más de 60 cadenas de retail con marcas líderes en su sector de actividad, este tipo de proyectos de transformación digital financiados por las administraciones, permiten incrementar la competitividad de las empresas en un momento clave para la supervivencia del retail físico.
Nos encontramos en la zona 0, un momento ideal para que la administración redefina el futuro de los centros comerciales urbanos tras la pandemia, y a su vez, colabore con especialistas en big data para identificar las necesidades de los comercios y cómo poder ayudarles a optimizar costes (marketing, personal, alquiler, ventas) dotándoles de sistemas inteligentes que les permitan disponer de información, herramientas fiables para la toma de decisiones de valor y formación para sacar el máximo partido de ellas.
Con la implicación de la administración en la transformación digital del sector, se podría conseguir preservar y potenciar el tejido comercial y productivo de nuestro país, que representa el 13 % del PIB, con la consiguiente salvación de miles de comercios y puestos de trabajo.
Álvaro Angulo, CEO de TC Group Solutions, firma este artículo de opinión.