Nike ha dejado de vender sus productos a nueve grandes distribuidores en un movimiento arriesgado que hará que sus productos ya no se encuentren en más de 1.000 tiendas.
Como parte de su implacable cambio hacia un modelo digital directo al consumidor, Nike dejará de vender sus productos a una serie de «socios estratégicos», incluidos Zappos, Belk, Dillards, Boscov’s, Bob’s Stores, Fred Meyer, EBLens, VIM y City Blue.
Este movimiento supone un gran paso en su estrategia de «Ofensa directa al consumidor», destinada a llevar a los clientes a sus propios sitios web.
Según el analista de Susquehanna International Group (SIG), Sam Poser, esta es una gran noticia para el gigante de la ropa deportiva, ya que «toma el control de una mayor parte de su propio destino».