La presidenta actual, Marta Álvarez Guil, anunció durante la celebración de la Junta General de Accionistas que pondría en marcha una nueva unidad de negocio dedicada al real estate con el objetivo de ordenar y dar valor a sus activos inmobiliarios. Esta nueva división también será encargada de desarrollar nuevos proyectos logísticos.
Pero la idea no es nueva. El que fuera presidente de El Corte Inglés entre 2014 y 2018, Dimas Gimeno, ya planteó entonces –tras suceder a su tío, Isidoro Álvarez– una redefinición del negocio del mayor distribuidor español.
Este plan pasaba por cerrar los establecimientos menos rentables, potenciar el comercio online, la estrategia de ofertas (por ejemplo la campaña Límite 48 horas) y aprovechar su cartera inmobiliaria para hacer caja. El fallecido Isidoro Álvarez siempre se negó a llevar a cabo esta medida, pero sus sucesores no han renunciado a poner en valor el patrimonio del gigante textil y de distribución, tanto en venta como en explotación.
Sin embargo, fue en octubre de 2019, después de la marcha de Gimeno, cuando se anunció la creación de una división inmobiliaria, liderada por Javier Catena, para controlar la venta del Project Green, –la cartera de 130 activos, principalmente suelos, oficinas, plataformas logísticas y tiendas, valorados entre 1.500 y 2.000 millones–, que la falta de interés del mercado por estos activos comerciales enfrió. El Corte Inglés no ha actualizado la información.
Además, se trataba de ordenar y dar valor a los activos inmobiliarios que tiene repartidos por toda España. «El grupo ha tenido que estudiar todo el patrimonio que tiene y analizarlo, porque desconoce todos los activos que posee», precisan fuentes del sector, que también explican que para algunos inmuebles han decidido posponer la venta a medida que analizaban potenciales revalorizaciones.
El Corte Inglés es uno de los principales propietarios de activos inmobiliarios en España, con un patrimonio valorado en más de 17.000 millones de euros por Tinsa, según la última tasación publicada al cierre del ejercicio 2018, y casi 4.000 millones de metros cuadrados. Figura parte de los 93 centros comerciales que tiene España y Portugal, los 41 Hipercor y los Supercor, terrenos y otros activos inmobiliarios.
¿Cuánto aportaría la venta?
La venta de lo que El Corte Inglés denomina «activos inmobiliarios no estratégicos» dentro de la cartera Project Green debería aportar al grupo entre 1.500 y 2.000 millones de euros. En cualquier caso, desde julio de 2013, cuando empezó las desinversiones con la venta de un inmueble en la plaza de Cataluña en Barcelona, lleva ingresados 1.000 millones de euros, lo que ampliaría el ‘tesoro’ inmobiliario a cerca de 3.000 millones de posibles ingresos para amortizar deuda.
Entre las operaciones más relevantes, destaca la venta de los bajos comerciales de Castellana a Monthisa en septiembre de 2016 por 150 millones; dos locales en Bilbao y Madrid a Corpfin por 93 millones en agosto de 2018; y el traspaso a Unibail Rodamco Westfield de los centros de Parquesur y La Vaguada por 160 millones.
En 2019, vendió a Inbest un edificio en Valencia por 90 millones, dos centros en Sevilla y Cádiz a Castellana Properties por otros 36,8 millones y el centro de Francesc Macià de Barcelona por 152 millones al family office AM Gestión.
Hay que recordar que la deuda de El Corte Inglés descendió el pasado año en 638 millones de euros, hasta los 2.729 millones, sobre todo por la venta de su división informática a GFI por unos 350 millones. Y la situación generada con la pandemia tampoco ayuda: El Corte Inglés tuvo que cerrar sus más de 90 centros que tiene en España en marzo tras la declaración del estado de alarma hasta el pasado 8 de junio, aunque no informó del impacto en la Junta de Accionistas.
Ahora, el objetivo de la gestión que tiene la presidenta actual es mejorar las cuentas globales del grupo y elevar en el balance la revalorización de activos que con el incremento de los precios inmobiliarios de los últimos años se ve incrementada. El Corte Inglés alcanzó en el último ejercicio fiscal, una cifra de negocios de 15.783 millones de euros, lo que supone un 1,1% más que el año anterior.
Lo que sí parece que ha quedado algo aparcado ante la situación de incertidumbre es la entrada del distribuidor en la construcción, promoción y gestión de inmuebles, según fuentes del sector.