La madurez digital y de innovación del sector inmobiliario es todavía baja, aunque hay una voluntad en esta industria por digitalizarse más y mantener o incluso aumentar la inversión en digitalización ya que se reconoce de forma generalizada que tendrá un impacto positivo en sus ingresos en los próximos cinco años. Esta es una de las principales conclusiones del informe “Madurez digital del sector inmobiliario”, elaborado por CBRE, primera compañía a nivel internacional en consultoría y servicios inmobiliarios, en la que han participado 97 máximos responsables en materia de digitalización para los principales propietarios, inversores y promotores de las principales compañías del sector inmobiliario en España y Portugal.
“Los resultados de este informe concluyen cómo el sector de Real Estate se encuentra todavía en un estadio de desarrollo digital muy inicial” afirma Carlos Casado, COO y responsable de transformación digital de CBRE España. “Los encuestados ven una clara oportunidad de trasformación digital de sus empresas entre los próximos 3 y 5 años. Es una buenísima noticia porque la digitalización más allá de ser un elemento fundamental, casi de supervivencia dadas las circunstancias, bien aplicado supone sin duda una ventaja competitiva diferencial” afirma el experto.
La tecnología se ha convertido en época de pandemia en una aliada clave para mantener la relación con clientes, usuarios, empleados o proveedores. En el inmobiliario, la innovación ha sido clave para la comercialización de activos o la monitorización de afluencias que permitiese el control de aforos y flujos en los espacios comerciales o para mantener el sentimiento de pertenencia y de colaboración en los ámbitos de trabajo. Además, “la digitalización del sector es también clave para una comercialización multicanal, para una gestión más eficiente y para una toma de decisiones de inversión basadas en datos, presentes y futuros, tradicionales del sector y nuevos datos que se centran en la mejora del valor para usuario, empresas ocupantes y propietarios”, añade Casado.
La importancia de la digitalización en estos momentos
De hecho, según los resultados de la encuesta de CBRE, siete de cada diez encuestados (73 %) cree que la pandemia y sus consecuencias ayudarán a acelerar la transformación digital, mientras que solo el 4 % cree que la desacelerará. Esto demuestra la importancia de la digitalización en estos momentos, especialmente en los nuevos entornos omnicanales de retail y oficinas, debido a la necesidad de que el teletrabajo funcione sin problemas.
En este sentido, la voluntad de digitalización de las compañías del sector inmobiliario es evidente. El 85 % han, como mínimo, mantenido su inversión en digitalización entre 2019 y 2020, lo cual es una buena señal de la apuesta del sector. Además, un 83 % que considera que la inversión en digitalización impactará en sus ingresos en los próximos cinco años.
El sector es crítico con la madurez digital de sus negocios: un 42 % se atribuye una puntuación de entre 0 y 3 sobre 10; un 48 %, por su parte, tiene previsto superar el aprobado en tres años. La mitad de los encuestados consideran que los tres aspectos esenciales en esta hoja de ruta hacia la digitalización son el marketing digital, la mejora de la experiencia de cliente y la optimización de procesos internos. En este sentido, cabe destacar también la preocupante cifra de que el 30 % de empresas no tienen una hoja de ruta digital. Las principales barreras que se encuentran estas compañías hacia la digitalización son la cultura y la gestión del cambio, así como los costes de inversión.
De cara a afrontar este camino, muchos de ellos no cuentan con los equipos esenciales: el 46 % cuenta con soporte tecnológico, el 38 % con marketing digital y el 35 % con equipos externalizados. Además, hasta un 31 % de los encuestados ni si quiera cuentan con ningún tipo de equipo digital.
En referencia a la colaboración de este sector con los startups, la relación más habitual es la de proveedor-cliente, inversiones, o toma de iniciativas en conjunto. No obstante, casi la mitad –el 46%– no tiene ninguna relación con los startups.
Aprovechando que por primera vez tenemos en España una Secretaría de Estado dedicada a la Digitalización, se les ha preguntado a los encuestados qué medidas tomarían para acelerar la transformación digital en España si estuvieran en el Gobierno. El sector lo tiene claro: incentivos fiscales, financiación y formación en desarrollo de nuevas tecnologías.
Por su parte, el COO y responsable de transformación digital de CBRE España cree que la tecnología juega en favor del sector: “El real estate debe dejar de imaginar una futura mejora de sus servicios gracias a la digitalización y entender que su implantación debe ser ya una realidad. Así, desarrollando y mejorando herramientas ya existentes, el despegue de la digitalización que hemos visto en otras áreas de nuestras vidas se convertirá en el protagonista de la nueva normalidad del sector inmobiliario”.
La opinión de un experto
José Luis, fundador y CEO de Rethink hace una reflexión: «Hay razones culturales que explican la lenta transformación del sector inmobiliario. El sector requiere una urgente revisión de los modelos de negocio y ello pasa necesariamente por la experimentación de nuevas fórmulas comerciales y el cuestionamiento del modelo de ingresos. La experimentación es parte intrínseca en cualquier proceso de disrupción. Experimentar es atrevido, y el atrevimiento no está bien considerado cuando el foco de el negocio es financiero. Lo es cuando sustitumos ese foco por la perspectiva de cliente, circunstancia poco probable en compañías que basan su gestión en los ratios de rentabilidad por metro cuadrado. La innovación nunca será bienvenida por las áreas financieras de las compañías inmobiliarias ya que el retorno de corto plazo no está garantizado y cuestiona además los enfoques tradicionales del modelo de negocio. Que se produzcan cambios significativos y que estos se realizan a la velocidad adecuada estará íntimamente ligada a que se extienda la convicción de que estamos un en un punto de inflexión hacia un imparable decadencia asentada en el inmovilismo. Para sobrevivir debemos adaptarnos al menos a la misma velocidad que los cambios del entorno. Y si queremos progresar la velocidad de estos debe ser mayor».