La firma de joyería San Saru desembarca en el canal físico con su primer establecimiento en Barcelona. Ubicado en el número 253 de la calle Provença, el local cuenta con 110 metros cuadrados, de los que 57 m2 son de superficie comercial. Su apertura está prevista para este viernes 21 de julio.
De esta forma, la enseña fundada por Carolina Álvarez y Borja Pundik da el salto al retail tradicional tras ocho años operando únicamente en el canal online, con una comunidad que supera los 756.000 seguidores en Instagram. Ofrecen una cuidada selección de joyas de plata hechas a mano: pendientes, collares, pulseras y anillos.
La apertura de este nuevo canal supone un gran salto para la firma ya que les permite impulsar su negocio en un sector nuevo para ellos. «Hemos querido ir más allá y abrir nuestra primera tienda física para estar más cerca que nunca de nuestros consumidores. La relación con nuestra comunidad ha sido siempre una de las máximas de San Saru, y poder dar el mejor servicio y trato cercano es uno de nuestros factores diferenciales y valores añadidos», señalan.
En este sentido, la ubicación ha sido uno de los puntos clave: «Teníamos claro que queríamos que nuestra primera tienda estuviese en casa, y aunque para nosotros no hay más casa que El Maresme, Barcelona era la ubicación perfecta para esto. La decisión no ha sido solo por lo significativo (al fin y al cabo la provincia de Barcelona es donde ha nacido San Saru), sino porque para nosotros es muy importante estar 100 % involucrados en el proyecto», añaden.
«Además, tener la tienda tan cerquita nos ha permitido poder estar presentes en todos los procesos y seguir la creación de la tienda día a día, involucrar al equipo en todo lo que ha sido necesario e incluso hacer algún que otro juego con la comunidad en los alrededores», señalan sobre el desarrollo de este proyecto.
Con este establecimiento en la ciudad de Barcelona la firma cumple uno de sus objetivos: estar en contacto tanto con el cliente local como con el turista internacional. «Esta inauguración marca un antes y un después para San Saru. Ha sido una inversión importante y estamos trabajando a tope con el equipo para hacer ruido en la apertura y que todo el mundo sepa dónde puede encontrarnos. Sabemos que las primeras semanas van a ser de adaptación y rodaje, pero confiamos en empezar a rodar y recuperar la inversión cuanto antes», concluyen.