La programación sin código o low code permite a los usuarios crear aplicaciones sin necesidad de disponer de un conocimiento en profundidad de los lenguajes de programación existentes. Esta es una práctica que está ganando popularidad dentro de las empresas en nuestro país debido a los beneficios que ofrece, entre los que destacan una mayor agilidad y flexibilidad con la que los usuarios pueden crear aplicaciones adaptadas a las necesidades específicas de cada negocio.
Carrefour Property, que lleva intrínsecas la digitalización e innovación en su ADN, hace tiempo que fomenta en su plantilla de profesionales la figura del ‘desarrollador ciudadano‘. Se trata de un perfil con un amplio conocimiento de su área y siempre en la búsqueda de una mejora continua a través de la concepción y el desarrollo de pequeñas micro aplicaciones que hacen más fácil el trabajo diario entre departamentos.
Ese es el caso de Alejandro Porto, un arquitecto de formación que se encarga de gestionar el flujo de datos dentro de la compañía. Hace más de un año, fruto de su inquietud profesional, planteó la posibilidad de diseñar una micro aplicación dentro del ecosistema Google de Grupo Carrefour. Fiel a su estrategia corporativa de innovación, desde el primer momento la dirección apoyó esta iniciativa.
Como bien explica Porto, responsable de Data Management en Carrefour Property: «En nuestra organización contamos desde hace tiempo con potentes entornos tecnológicos para la gestión de la información de diversa índole. Pero en algunos casos necesitamos pequeños desarrollos adaptados a las necesidades específicas de las diferentes áreas de negocio. Esta tecnología está teniendo un impacto positivo en Carrefour Property ya que nos está ayudando a mejorar y aumentar nuestra productividad, a reducir los costes de desarrollo y a mejorar la calidad de nuestros servicios y funciones».
Por ejemplo, se ha creado una app para controlar y gestionar el volumen de carga de las autorizaciones en toda la compañía. De esta forma, ahora la aprobación de las autorizaciones es mucho más ágil ya que se controla todo el flujo de trabajo y la herramienta autocompleta la información a incluir y se encarga de informar a los responsables de las autorizaciones de las tareas que tienen pendientes de aprobación.
Obviamente, todo este entorno es escalable y parametrizable, permite filtrar la información y generar informes a gusto de cada usuario. Es decir, además del potencial para desarrollar nuevas aplicaciones que cumplan con necesidades específicas de la compañía, todos estos desarrollos tienen también un gran potencial de uso para los empleados que quieran explorar los datos disponibles y utilizarlos para sus tareas diarias.
Es tan importante la potencialidad, versatilidad y sencillez de este entorno tecnológico que Carrefour Property presta este servicio también a terceros, con el objetivo de que estos puedan gestionar los datos de sus entornos de negocio de manera directa.
La gestión del dato tiene un valor incalculable hoy en día. En el caso de Carrefour Property, el uso de la programación sin código surge ante la necesidad de digitalizar e innovar su entorno de trabajo. «Necesitábamos personas capaces de idear y desarrollar aplicaciones sencillas apegadas a nuestro negocio, para ganar en mayor agilidad e independencia de la que estábamos experimentando», explica Antonio Fidalgo, director de Operaciones y Centros Comerciales en Carrefour Property.
La recopilación, almacenamiento y gestión de datos relevantes es un factor muy importante para Carrefour Property, una compañía que gerencia y administra 119 activos en nuestro país, de los cuales 32 son grandes centros comerciales. Cada año, todo este volumen de negocio genera una cantidad ingente de información sobre reformas y reestructuraciones en centros comerciales que hace falta gestionar para controlar adecuadamente todas estas operaciones y poder tomar decisiones ágiles y rápidas.
Beneficios y usos de la tecnología de bajo código
Low-code es una nueva tecnología que ha cobrado popularidad en los últimos años en el entorno empresarial. Esta tecnología permite a las personas sin experiencia en programación informática crear aplicaciones de forma rápida y sencilla, con una cantidad mínima de código.
Además, ofrece una variedad de beneficios como una mayor eficiencia y productividad y una reducción de los costes de desarrollo de software. Con esta tecnología se pueden diseñar aplicaciones con menos esfuerzo. Esto permite ahorrar tiempo y dinero y ganar en flexibilidad. De esta forma se logra una mayor adaptación de estas apps a las necesidades específicas de cada empresa.
Los diferentes usos de la tecnología de bajo código son:
- Plataformas de aplicaciones de low code.
- Automatización de procesos empresariales.
- Plataformas de desarrollo multiexperiencia.
- Automatización robótica de procesos.
- Plataforma de integración como servicio.
- Plataformas de automatización y desarrollo ciudadano.
Fuente: Gartner
El futuro de los desarrolladores ciudadanos
En 2026, los desarrolladores ajenos a los departamentos de TI representarán al menos el 80% de los usuarios de herramientas de desarrollo sin código, frente al 60% en 2021, debido a la multitud de iniciativas de desarrollo ciudadano y democratización impulsadas por los ejecutivos, señala Gartner. Además, el elevado coste del talento tecnológico y una creciente mano de obra híbrida o sin fronteras contribuirán a la adopción de esta tecnología.
Los ciudadanos innovadores también siguen aprovechando estas herramientas para desarrollar, automatizar e integrar sus datos, formularios y flujos de trabajo.
Un mercado en alza
La hiperautomatización y la optimización de los procesos de negocio están impulsando la adopción y venta de tecnologías de programación sin código, que crecerán un 19% en los próximos cuatro años, hasta alcanzar los 44.500 millones de dólares en 2026, según Gartner. Esta tecnología responde al concepto de estrategia empresarial configurable, que permite a las empresas descomponer sus servicios y procesos en microservicios. Asimismo, la tecnología de desarrollo sin código permite a los usuarios empresariales y a los desarrolladores, con poca o ninguna experiencia en programación, crear aplicaciones basadas en las necesidades corporativas. Suelen ser muy sencillas y tienen con un código de programa preescrito que puede personalizarse fácilmente, según la necesidad de cada usuario.
