La campaña de rebajas veraniegas viene marcada por los problemas que arrastra el sector, que en los últimos 3 años, el sector se ha tenido que enfrentar a grandes retos logísticos que no se han superado en absoluto. La crisis de: suministros chinos, el alza del precio del combustible y la situación laboral de los transportistas, con continuas huelgas y amenazas de paros. Las consecuencias ya han llegado al consumidor final. «Tan sólo este mes de junio, los problemas en los envíos aumentaron un 4,4 % respecto al año pasado. Por lo que los ecommerce se enfrentan a un importante reto para ofrecer un servicio de calidad a sus clientes», comenta Luca Cassia, cofundador de la plataforma de envíos Qapla’.
Los grandes distribuidores están aplicando cambios en su política de envíos online; por ejemplo Zara ya está aplicando un coste extra de 3,95 € por entregar el pedido en el domicilio del cliente aunque la cesta supere el coste de 30 euros establecido hasta el momento. Lo mismo sucede si el cliente quiere devolver el artículo y que lo recojan en su casa. «Los clientes españoles son muy sensibles al tema de los gastos de envío», explica Roberto Fumarola, CEO y cofundador de Qapla`. «Un 38 % prefiere desplazarse hasta un punto de recogida antes que recibirlo si ello supondrá ahorrarse los gastos de envío; además, esto le permite poder ir a recogerlo cuando les venga mejor y colaborar así con la sostenibilidad. Estos aspectos además se enfatizan, teniendo en cuenta que además el 40 % de los consumidores han declarado haber hecho alguna devolución. Por eso hemos marcado como punto importante dentro de nuestra roadmap de desarrollo el seguimiento dedicado a los puntos de retiro y las devoluciones, para agilizar el trabajo logístico de los ecommerce.»
Otro de los retos que está marcando la campaña de rebajas es cómo dar salida al stock acumulado durante el confinamiento, que conlleva grandes costes para los ecommerce. Gigantes del sector como Wallmart o Target están ofreciendo descuentos masivos en su canal online para librarse de su exceso de producto. Las compras online se presentan como un mecanismo indispensable para tratar de paliar este problema, ya que sitúan los productos al alcance de muchos más posibles compradores. Además, España es uno de los escasos países del mundo, y el único europeo, en el que el ecommerce mantiene su crecimiento. Mientras a nivel global, en el primer trimestre de este año, los ingresos de las ventas digitales cayeron un 3 %, en España se ha alcanzado un crecimiento del 6 % con respecto al mismo periodo de 2021.
«El crecimiento del sector y la madurez de los clientes online finales, aumenta tanto la competencia como la complejidad de la gestión de los envíos. Y no hay que olvidar que según la normativa europea el vendedor es responsable de la mercancía hasta que llega a manos del cliente final.», comenta Luca Cassia.