Cuál será el aspecto de la ciudad del futuro, dado que la pandemia ha acelerado muchas de las tendencias que ya estaban reconfigurando nuestro entorno urbano y los mercados inmobiliarios. El informe de JLL «Regeneration.«Dando forma al medio urbanizado a fin de generar valor para todos», muestra cómo los activos inmobiliarios tienen la oportunidad y responsabilidad de regenerar las ciudades.
Las conclusiones del informe indican que la tecnología, la presión en materia de sostenibilidad y las variaciones en las preferencias de las plantillas de las empresas y de los consumidores están provocando un cambio en la forma en que se utilizan los terrenos y los edificios. Todo ello ha acelerado el impulso de inversores, promotores e inquilinos para trabajar codo con codo con las autoridades de las ciudades con el fin de repensar el futuro del entorno urbano.
El sector inmobiliario en la carrera hacia las cero emisiones netas de carbono
Dado que los edificios representan el 40 % de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero y hasta entre el 60 % y el 70 % en las zonas urbanas, no se puede subestimar el papel del sector inmobiliario en la carrera hacia las cero emisiones netas de carbono. Las conclusiones de JLL indican que las estrategias de inversores y empresas del sector inmobiliario para abordar este problema están cambiando. Pero hacen falta más medidas y que sean más audaces. Más del 80 % de las compañías y cerca del 80 % de los inversores coinciden en que el riesgo climático comporta un riesgo financiero. Más del 70 % de los inversores indican que las estrategias verdes incrementan las tasas de ocupación, las rentas y la retención de inquilinos, y en general aumentan el valor de los inmuebles. Para las empresas, la sostenibilidad es un criterio fundamental a la hora de adquirir, acondicionar y gestionar sus activos. El 82 % considera que sus empleados exigirán cada vez más espacios verdes y sostenibles, lo que significa que en el futuro las organizaciones serán mucho más selectivas respecto a los tipos de espacios que ocupan. Se orientarán hacia edificios de oficinas que se apoyen en la tecnología, de gran calidad, con numerosos servicios y que sean sostenibles.
Avanzar más deprisa con el usuario final en mente
Abordar las necesidades cambiantes de las personas y el reto de la descarbonización exige una colaboración mucho mayor entre el sector privado, incluidas todas las partes interesadas del sector inmobiliario, y las autoridades locales y los ciudadanos. Hay una oportunidad clara y también la responsabilidad de que se diseñen y ejecuten proyectos de regeneración con la participación del usuario final en cada fase del proceso y con resultados centrados en crear inmuebles dotados de sentido y que sean resilientes.
Enfoques basados en datos
La tecnología es un impulsor fundamental para que todas las partes interesadas entiendan la dinámica subyacente de las ciudades. Los datos probablemente son el mayor catalizador para el progreso en su vertiente ecológica, ya que la mejora de los recursos de datos aporta oportunidades para realizar avances constantes. Los datos y la tecnología son también esenciales para informar de manera transparente y para que se exijan responsabilidades a empresas y ciudades.
Nuevo marca de creación de valor
La necesidad de reconvertir el medio urbanizado de manera sostenible y responsable exige un cambio de los criterios para valorar la rentabilidad de las inversiones. Un nuevo paradigma de creación de valor requiere un enfoque holístico que combine el impacto financiero, medioambiental y «social» y se centre en el usuario final.
Richa Walia, directora de Corporate Research & Strategy para JLL en la región de EMEA, agregó: «La oportunidad de que el sector inmobiliario aporte un valor sostenible y un impacto positivo para el futuro de las ciudades es enorme. Se puede conseguir valor financiero, medioambiental y social a largo plazo mediante estrategias de regeneración elaboradas sobre la base de una profunda comprensión de las dinámicas urbanas, la sostenibilidad y la experiencia del usuario final, junto con el potencial actual y futuro de los activos inmobiliarios.
A través de la creación de centros urbanos más ecológicos, la regeneración de vecindarios, el fomento de la interacción social y el apoyo a las comunidades, el sector inmobiliario puede impulsar un impacto real y liderar el camino hacia un futuro sostenible, equitativo, más saludable y resistente para las próximas generaciones».
