El interior de un edificio de 1000 años de antigüedad en Utrecht, los Países Bajos, se ha transformado en un nuevo espacio comercial para la marca de ropa COEF. En colaboración con KUUB, Carbon Studio ha creado una experiencia especial de compras con un diseño que equilibra la arquitectura histórica con intervenciones contemporáneas. el espacio realizado se caracteriza por sutiles combinaciones de materiales, texturas, colores y formas inusuales.
Situado en Drakenborch (en Utrecht), el edificio original se construyó en el siglo 12. Este castillo urbano es la residencia más antigua de los Países Bajos y un monumento nacional. Debido a su historia, Carbon Studio y KUUB tuvieron que preservar las paredes y los techos. Como no podían cambiar estos elementos, el equipo de diseño decidió que toda la tienda «emergiera del suelo».
El montaje del nuevo interior desde el suelo hacia arriba constituye la base del motivo de su diseño circular. La tienda también está diseñada para que pueda desmontarse fácilmente. Todos los materiales empleados tienen un bajo impacto ambiental y son fáciles de reciclar: metal sin tratar, cuero reciclado y marmol. Los elementos visuales y funcionales recurrentes conforman círculos y esferas, en referencia a la pintura original de la viga.
Todos los elementos funcionales, como el sistema eléctrico y la base constructiva, están integrados en el pavimento. El suelo de marmol tiene una alfombra de rejilla de acero negro, y este suelo explícito forma la base estética del interior de la tienda. las formas circulares suavizan literalmente el sistema de acero. Los elementos de mobiliario modular están conectados al suelo, mientras que las zonas sin alfombra de rejilla marcan el recorrido principal y guían a los visitantes a varios espacios.
La tienda se compone de tres espacios. El espacio principal es un paisaje con farolas y piezas de mobiliario de cuatro metros de altura en armonía con la arquitectura. Una «pared de zapatillas» de cinco metros de altura marca la escalera hacia el sur y conduce a los visitantes a las bóvedas del sótano.
El «salón principal” cuenta con un suelo especial, chimenea, murales y construcción de techo. El mostrador tiene una parte superior espejada, que refleja el techo y los murales (que narran una historia parecida a la de Romeo y Julieta) sobre la disputa entre dos familias que gobernaban a ambos lados del Oudegracht en el siglo XII.
En las bóvedas oscuras y bajas del sótano, los espejos, el vidrio, los azulejos blancos y las líneas de luz crean un efecto espacial contemporáneo. las luces de arco acentúan la forma de la bóveda y la isla central. En este espacio los colores son crudos, en línea con la colección de ropa que se expone. Y el espacio de exposición contiene varias capas de vidrio y espejos para una presentación transparente y caleidoscópica del producto.