El 2021 ha estado marcado por la COVID-19 y por sus consecuencias a nivel social y laboral. A pesar de la incertidumbre, los sectores de la construcción e inmobiliario han seguido siendo un referente en nuestro país.
Spring Professional, la consultora de selección de mandos medios y directivos del Grupo Adecco, presenta la IV Guía Spring Professional del mercado laboral 2021, la cual analiza las posiciones más demandadas de estos sectores en España desde un punto de vista salarial, funcional y de distribución geográfica.
Las retribuciones salariales del sector varían dependiendo del grado de experiencia, de la región en la que se trabaje, y del tipo de empresa contratante: multinacional o pyme.
Director/a de contrataciones es el perfil mejor pagado en España en 2021 del sector construcción y su rango salarial oscila entre los 60.000 € y los 120.000 € anuales, si supera la década de experiencia en una multinacional. Le siguen los puestos de delegado/ay director/a técnico/a con salarios que alcanzan los 90.000 € y 85.000 € al año, respectivamente.
Con remuneraciones máximas que se mueven en torno a los 75.000 € y 60.000 € anuales se encuentran profesionales como jefe/a de grupo, jefe/a de obra −uno de los más demandados−, responsable de estudios y BIM manager. Le siguen posiciones como arquitecto/a, project manager y jefe/a de obra instalaciones MEP que pueden recibir 50.000 euros anuales.
Por otro lado, en el sector real estate, el director/a comercial es el perfil mejor pagado en España en 2021 y su rango salarial es muy amplio dependiendo de la autonomía y el tipo de empresa, variando entre los 36.000 € y los 120.000 € anuales si supera la década de experiencia en una multinacional.
Por último, en el sector inmobiliario, los puestos de gestor/a de promociones, consultor/a inmobiliario/a (Terciario) y comercial promotora pueden llegar a percibir un salario anual máximo entre los 50.000 € y 45.000 €.
Situación actual y predicciones para 2022
Si analizamos por separado estos dos sectores, se aprecian notables diferencias. Por un lado, el sector de la construcción sigue manteniendo un perfil clásico y será difícil que cambie su visión a la hora de desarrollar su actividad y definir la metodología de sus procesos. Aun así, hay una tendencia hacia la eficiencia energética.
Por otra parte, se observa un crecimiento en proyectos relacionados con la industrialización de la construcción, con el objetivo de reducir costes y optimizar recursos y timmings, y avanzar hacia un modelo just-in-time.
Sin embargo, los proyectos de obra civil están estancados y dependen, en gran medida, del Ministerio de Fomento y, a pesar de que este invierte parte de los fondos de recuperación en estas obras, todo sigue dependiendo del país. La obra singular se encuentra, también y en general, paralizada. Pero sí que están creciendo las obras de edificación e instalaciones.
Los perfiles más reforzados en esta época pandémica han sido los puestos relacionados con los departamentos de suelo.
En la otra parte, el sector inmobiliario se ha visto altamente afectado por el contexto económico-sanitario. La COVID-19 ha paralizado muchas de las inversiones inmobiliarias, tanto a nivel nacional como internacional, por lo que resulta muy complejo analizar la evolución a futuro del sector.