La disminución de la preocupación por la pandemia provoca la vuelta en masa a las tiendas físicas

Retomar nuestra vida anterior a la pandemia implica, entre otras muchas cosas, volver a las calles y recuperar ciertas rutinas como es la vuelta a las tiendas físicas de nuevo. Un hábito que parece muy común en nuestro día a día, pero que se ha visto muy impactado por el Covid; debido a que mucha gente percibía un riesgo alto de contagio en este tipo de espacios. Ipsos, a través de su estudio Essentials, ha ido analizando desde el principio de la pandemia cómo se comporta la población y cómo evolucionan ciertos aspectos según avanza la situación sanitaria con el levantamiento de restricciones y la vuelta paulatina a la normalidad.

En este sentido, según los datos del estudio, un 70 % de la población española manifiesta que ya acude a las tiendas físicas para realizar sus compras; lo que la sitúa entre los europeos que más lo están haciendo, solo por detrás de la ciudadanía francesa (76 %). Además, ya no se limita el tiempo que pasan dentro de ellas, como ocurría anteriormente. Esto se debe sobre todo a que la percepción de riesgo de contagio en estos espacios ha disminuido considerablemente. Ese sería el caso de España, que se sitúa como el segundo país europeo que percibe menos peligro de poder contraer el virus yendo de compras (25 %); solamente superada por la confianza de los italianos en este aspecto (21 % advierte peligro de contagio en las tiendas).

La pandemia ha consolidado la omnicanalidad

Pero esta vuelta a la normalidad y a las tiendas físicas no significa que se esté dejando de comprar a través de Internet. Este hábito, que fue un boom durante los meses de restricciones más duras, continúa una vez levantadas gran parte de las restricciones. Esto ha propiciado que la omnicanalidad sea ya una realidad en el proceso de compra; combinando el canal físico con el online para conseguir una experiencia más satisfactoria a la hora de adquirir productos y servicios.

A este respecto, existe un gran número de personas que suelen visitar la tienda física para ver, tocar y testar el producto previamente a realizar su compra online. En ese marco, de los países europeos analizados en la muestra, España aparece como el país que más practica la omnicanalidad en su proceso de compra; el 80 % declara que compra online eligiendo la opción de entrega a domicilio y el 43 % elige la compra online con recogida. Además, el 68 % también consulta online los establecimientos que están abiertos o cerrados más próximos a ellos; y un 40 % consulta el stock online de lo que quiere comprar o ver, antes de ir a la tienda.

«La omnicanalidad ya existía antes de la Covid-19. Pero como en otros muchos aspectos, la pandemia ha supuesto un acelerador, principalmente porque en los meses más duros. Durante el confinamiento domiciliario, la compra online se convirtió en casi la única forma de adquirir ciertos productos y servicios; rompiendo así con muchas barreras, miedos y creencias que los propios compradores tenían prefiriendo el canal físico para sus compras. En la actualidad, tras casi dos años viviendo en pandemia, la omnicanalidad ya es una realidad. El proceso de compra integrado se ha naturalizado. Se vive más que nunca como una experiencia de marca única en la que no se distinguen canales. Quienes compran aprovechan las fortalezas de cada canal para tener una experiencia más satisfactoria y completa de la compra; en función de cada momento y sus necesidades, pero también dependiendo del producto o servicio a adquirir», señala Cecilia Acevedo, experta en shopper de Ipsos en España.

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