España recibe anualmente a 18 millones de británicos, 11 millones de ellos en península y Baleares. Sin embargo, debido al Brexit y como novedad este año, los residentes en Reino Unido pueden comprar libre de impuestos en la Unión Europea –a excepción de Canarias donde no hay tax free–. Esto provoca que 6 de cada 10 turistas de este país están dispuestos a gastarse en shopping un 50 % más en sus viajes por suelo comunitario. Esta es una de las conclusiones del informe «El Brexit y España como destino de compras«, de Global Blue, operador internacional de tax free.
España tiene, por tanto, la oportunidad para, más allá del sol y playa, posicionarse como destino de compras para estos viajeros; en un momento en el que la decisión del Gobierno británico de dejar de exigir la cuarentena a su regreso está activando su llegada.
De hecho, aun en el contexto actual, casi un 30 % de turistas británicos planea viajar este verano, siendo España su destino preferido frente a Grecia, Portugal, Italia o Francia. Nuestro país parte con ventaja para captar más potencial en compras de estos viajeros. Y, en este sentido, será clave la comunicación. Aún un casi un 60 % de estos turistas desconoce que pueden recuperar el IVA de sus compras. Estas suelen centrarse en ropa y complementos (71 %), perfumería y cosmética (47 %) y vino y alcohol (45 %).
También será clave captar a los turistas británicos acomodados, que representan uno de cada tres entre aquellos que viajarán estas vacaciones y que cuentan con un presupuesto vacacional en shopping de más de 1.200 euros.
Una nueva estrategia: más compras, más ciudad
Todo ello configura la necesidad de abordar una nueva estrategia de promoción de España entre los británicos como destino de shopping; si bien estos viajeros se concentran tradicionalmente en unas comunidades concretas. El principal destino es Baleares (28 %), seguido de Andalucía (23 %), Comunidad Valenciana (22 %), Cataluña (15 %) y, en menor medida, la Comunidad de Madrid (4 %).
De este modo, ciudades de shopping por excelencia como Madrid o Barcelona tienen la oportunidad de aumentar las visitas de los británicos, más allá de los habituales destinos de costa que suelen elegir; máxime cuando su ticket medio por acto de compra en lo que llevamos de 2021 se sitúa en 1.745 euros.
No obstante, este gasto no solo es atribuible el turista británico, sino también al residente en este país, es decir, a los españoles que viven allí, los «expatriados». Estos forman un colectivo de más de 160.000 personas, de las que casi un 25 % procede de Madrid, cerca de un 17 % de Cataluña y más de un 13 % de Andalucía, como el top 3 de comunidades de origen. Para ellos, sus desplazamientos a España son, desde este año, también un viaje de compras al poder beneficiarse de la devolución del IVA. Esta ventaja la aprovechan para la adquisición de ciertos productos de alto importe que les sale más económicos que comprarlos en suelo británico.
Captar turistas ante la pérdida de potencial de Reino Unido
Además de los viajeros británicos y los españoles residentes en aquel país, España tiene también una oportunidad para crecer en turismo de calidad con los viajeros de largo recorrido (China, Golfo Pérsico, Estados Unidos y Rusia), ya que la salida de Reino Unido de la Unión Europea deja fuera a este mercado del círculo virtuoso de compras que genera el tax free.
Al no poder optar a la devolución del IVA, una parte de estos viajeros, con un potencial de gasto de 1.500 millones de euros, podrían derivar su shopping a otros destinos; si bien España solo captará un 9 % de estos shoppers, frente al 41 % de Francia o el 29 % de Italia. Para mejorar esta cifra, España debe afrontar cuestiones pendientes como agilizar la expedición de visados, potenciar las conexiones aéreas y la promoción digital y en destino.
Según Luis Llorca, Country Manager de Global Blue España, «llevamos más de 50 años pensando en el turista británico en términos de sol y playa. Pero el Brexit ha generado la oportunidad de desarrollar turismo de compras también con ellos, al beneficiarse de la devolución del IVA. Los británicos hacen más de 70 millones de viajes al año a Europa con un gasto anual en conjunto de 40.000 millones de euros. Por ello nuestro país debe hacer el esfuerzo de darse a conocer entre ellos como destino de shopping y los comercios españoles deben prepararse para darles servicio, porque lo que se ahorran en impuestos puede volver a entrar en el círculo virtuoso de compras».